JlA 9×20 Cómo funcionan los editores de texto por dentro

Detrás de un editor sencillo hay mucha ingeniería para que escribir, borrar y reemplazar sea fluido incluso en documentos grandes. Aquí exploramos cómo se diseñan y se estructuran los editores de texto para mover letras con cabeza y sin perder velocidad.

Si representamos el documento como un arreglo de caracteres, cada inserción en medio obliga a mover montones de letras hacia la derecha, y cada borrado a cerrarlas hacia la izquierda. Ese baile es barato en páginas pequeñas, pero se vuelve lento cuando el archivo crece y cuando hacemos muchas operaciones seguidas con el cursor saltando por todas partes.

Una idea clásica para aliviarlo es el gap buffer. Imaginemos un hueco en la posición del cursor. Al escribir rellenamos ese hueco, y cuando nos movemos desplazamos el hueco, no todo el texto. Así la mayoría de las inserciones y eliminaciones requieren mover pocas letras, mientras mantenemos el contenido contiguo en memoria, algo que a la CPU le encanta.

Cuando el documento es enorme o la edición salta mucho, otras estructuras lucen mejor. La piece table guarda referencias a trozos inmutables del texto original y de las adiciones, lo que permite deshacer rápido y evita copiar caracteres una y otra vez. Los ropes dividen el contenido en fragmentos y los organizan en un árbol equilibrado para concatenar, cortar y mover secciones con coste pequeño incluso en archivos muy largos. Muchas aplicaciones combinan estas ideas con búferes de línea, índices de saltos y memoria mapeada para equilibrar rendimiento, consumo y facilidad de implementación.

Y en qué se distinguen un editor y un procesador de palabras. El segundo añade formato, estilos y maquetación, además de imágenes y tablas. Pero bajo el capó ambos suelen manejar cadenas con variantes de huecos, piezas o árboles, más capas que guardan atributos como negrita o fuentes. Cambia la presentación, no tanto la manera de almacenar y manipular el contenido en memoria.

Mini reto jugable: creemos un bloc mínimo que solo muestre el texto y un cursor, y representemos el contenido con un hueco. Definamos insertar, borrar y mover el cursor. Probamos con párrafos largos, miramos cuántos caracteres movemos y competimos por reducirlos.

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