Encontrar tiempo para practicar yoga puede parecer una misión imposible, pero hay formas de solucionarlo si sabemos organizarnos.

A menudo nos sentimos abrumados con la idea de incorporar hábitos saludables, como si nos faltaran horas en el día para duchas frías, meditar, respirar profundamente, exponernos al sol, hacer ejercicios del cuello y de la vista, practicar deporte, leer y trabajar. Este tipo de comentarios es bastante común entre nosotros y ¡es totalmente cierto! No podemos hacer todo a la vez, así que debemos aprender a priorizar.

Para priorizar, es útil sentarnos con nuestra agenda cada mañana y decidir qué es realmente importante. Y sí, entre esas cosas importantes debemos incluirnos a nosotros mismos. No necesitamos justificaciones para cuidarnos. Querernos y sentirnos bien con nosotros mismos debería ser motivo suficiente para reservarnos un espacio en nuestro día.

Una estrategia efectiva para integrar el yoga en tu rutina es planificar con antelación. Si sabemos exactamente cuál será nuestra práctica, será más fácil empezar cuando llegue el momento. Además, seleccionar una hora fija es fundamental. Si simplemente esperamos a tener un rato libre, lo más probable es que éste nunca llegue.

¿Quieres un reto? Transformemos la organización del tiempo en un juego. Proponte dedicar al menos cinco minutos de tu día a una postura de yoga y grábalos en una tablita de logros. ¡A ver cuántos días seguidos logras sumar!

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