En el Instituto Helmholtz GSI en Alemania, el laboratorio de objetivos liderado por Bettina está a la vanguardia de la síntesis de elementos superpesados. Aquí, el uso de isótopos específicos de metales en forma de láminas delgadas resulta crucial para los experimentos. La escasez y el alto coste de estos isótopos, que pueden llegar a los trescientos euros por miligramo, hacen que tratar con ellos sea una responsabilidad enorme y emocionante.

Los objetivos se crean a partir de metales o sus óxidos, y el proceso a menudo requiere convertir óxidos en fluoruro para facilitar el recubrimiento. Esta tarea precisa y meticulosa es motivo de orgullo para Bettina, a pesar de la frustración cuando el personal, ajeno a su valor, daña estos preciados objetivos. La habilidad necesaria para manipular las láminas extremadamente delgadas y preparar compuestos como el sulfuro de plomo, que ofrece estabilidad adicional, subraya la destreza involucrada en este campo.

El cierre del proceso incluye la creación y aceleración de haces de iones, pasos esenciales para la síntesis de nuevos elementos. El manejo de materiales tan raros dentro de procedimientos tan complejos convierte al laboratorio en un lugar genuinamente único en el mundo científico.

Para gamificar este fascinante tema, os invito a crear un pequeño juego de mesa. Cada jugador podría ser un científico compitiendo por preparar el objetivo perfecto, enfrentándose a retos relacionados con la estabilidad de los compuestos y el presupuesto limitado. Esto fomentaría la comprensión de la ciencia tras los elementos superpesados de una forma divertida.

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