Si alguna vez te has maravillado con los efectos de luz ultrarrealistas en videojuegos o películas, probablemente has presenciado el impacto del ray tracing, una técnica que transforma la forma en que interactuamos con gráficos 3D. Aunque sus fundamentos fueron puestos sobre la mesa en mil novecientos setenta y nueve por Jay Turner Witted, no fue hasta mediados de la década de dos mil diez que se pudo implementar en tiempo real gracias al desarrollo de tarjetas gráficas de última generación. Pero, ¿qué lo hace tan especial?
El ray tracing, o trazado de rayos, es un proceso que apunta a modelar cómo la luz se comporta en el mundo real. Todo empieza con un rayo, lanzado desde nuestra cámara hacia la escena en 3D. Si este rayo golpea un objeto, el sistema calcula su color basándose en la luz que se encuentra en ese punto. Este método inicial se conoce como ray casting y, aunque es efectivo para objetos sencillos, se queda corto cuando entran en juego efectos como la refracción o la reflexión.
Aquí es cuando entra en escena el trazado de rayos recursivo. Este método lleva todo un paso más allá, permitiendo que los rayos se reflejen o refracten al impactar con un objeto. Por ejemplo, si los rayos chocan con un espejo, se genera un nuevo rayo para explorar la dirección de la reflexión. Algo similar ocurre con materiales transparentes, donde se calcula tanto el rayo reflexivo como el refractivo, mezclándose de acuerdo con el ángulo de visión para alcanzar un realismo impresionante.
Por supuesto, no todo puede ser tan sencillo como parece. El trazado de rayos recursivo enfrenta el reto de evitar que los cálculos se repitan hasta el infinito. Para controlarlo, se establece un número máximo de rebotes o bounces, asegurando que el sistema no se bloquee por una cantidad desmesurada de recursiones.
Hoy en día, la combinación de ray tracing y rasterización es una práctica común en los gráficos modernos. Mientras que la rasterización se emplea para manejar elementos más básicos en tiempo real, el ray tracing entra en acción cuando los efectos de luz juegan un papel crucial, como en reflejos precisos o sombras suaves, optimizando el rendimiento sin sacrificar calidad.
Así que la próxima vez que veas un reflejo casi perfecto en un videojuego o una escena cinematográfica envolvente, sabrás que el ray tracing está trabajando para hacer que esa experiencia sea lo más inmersiva posible. Si te interesa este tipo de contenido sobre tecnología y aprendizaje divertido, pásate por JeiJoLand. ¡Estamos seguros de que vas a disfrutarlo!