JlA 6×35 La delicada línea entre culto y religión

La distinción entre culto y religión suele generar más de un quebradero de cabeza y ha cambiado a lo largo de los siglos. Inicialmente, el término «culto» se refería a pequeños grupos que adoraban a deidades específicas, quienes muchas veces recibían miradas de reojo pero no eran necesariamente peligrosos. Muchos de los movimientos religiosos que reconocemos hoy en día, como el mormonismo, comenzaron como cultos y enfrentaron bastante hostilidad antes de engrosar sus filas y ganar aceptación.

En la década de mil novecientos cincuenta, las cosas se torcieron un poquito más. La palabrota «culto» empezó a estar cargada de connotaciones de control mental y explotación, describiendo grupos vistos como abusivos y manipulativos, en contraste con las religiones reconocidas que también, para ser sinceros, no son la panacea y pueden tener sus líos. El uso común del término culto suele venir con un juicio de valor sobre las creencias de estos grupos y su estructura social.

Los académicos, que siempre están buscando términos más políticamente correctos, sugieren llamarles «Nuevos Movimientos Religiosos» o «Religiones Minoritarias» para quitar hierro al asunto. Este cambio busca recordar que las prácticas dudosas no son exclusivas de los cultos (ejem, ejem). Lo cierto es que etiquetar a un grupo como culto puede hacer más probable que se enfrente a violencia o represión, como ocurrió en Filadelfia con el grupo MOVE. Esa etiqueta les hizo ser el centro de atención en su día, y no precisamente en Instagram.

En conclusión, la línea entre culto y religión puede ser más borrosa de lo que parece a simple vista. Tildar a un grupo de culto a menudo acaba siendo una manera amable de llamarles «bichos raros». No olvidemos que los miembros de estos movimientos buscan un poquito de la misma tarta que cualquier religión: pertenencia, significado y, en el mejor de los casos, un sitio en un más allá prometedor. Para quienes estén interesados en estos giros de la historia y en aprender de una forma diferente, animamos a visitar JeiJoLand, donde la diversión se encuentra con el aprendizaje.