Si alguna vez os habéis sentido como en una novela de ciencia ficción cuando interactuáis con una inteligencia artificial, no estáis solos. Las IA han dado un salto de la imaginación al mundo real, y ChatGPT es uno de esos ejemplos que parecen sacados de las páginas de Asimov. Aunque todavía tiene sus limitaciones, como la falta de información actualizada y su peculiar relación con los buscadores de Internet, nos va mostrando el camino de lo que podría ser un futuro lleno de asistentes virtuales capaces de dialogar al más puro estilo humano.
Ahora, hablemos en serio. La inteligencia artificial ya no es un tema exclusivo para frikis de la tecnología. Su aplicación en proyectos prácticos está poniendo a prueba nuestra capacidad de innovar, especialmente en el ámbito educativo. Imaginemos por un momento lo que puede lograrse cuando se utilizan estas maravillas tecnológicas para mejorar contenidos educativos. Desde escalar vídeos para mejorar la calidad visual, hasta entrenar modelos de lenguaje que nos conduzcan por un multiverso virtual lleno de conocimientos. Suena divertido, ¿no?
Tradicionalmente, estos avances suelen ejecutarse en la nube, lo que no está nada mal. Sin embargo, correr IA localmente, es decir, en nuestros propios dispositivos, presenta una serie de ventajas. Aquí no hablamos de cualquier ventaja; controlar nuestro propio sistema, evitar esos pagos mensuales que siempre parecen multiplicarse y proteger nuestra propiedad intelectual, son razones suficientes para intentar algo por el estilo.
Aquí entra la «bestia» de la tecnología moderna: la potente tarjeta gráfica RTX cuatro mil setenta en portátiles como los de HP. Los que no lo sepáis, esto es básicamente el Ferrari de las GPUs, permitiendo ejecutar modelos de IA de manera eficiente, aunque es verdad que hay que tener en cuenta la VRAM, que podría ser como ese semáforo en rojo cuando estás a punto de llegar a casa.
Nuestro objetivo final (y por qué no, nuestro gran sueño) es desarrollar una inteligencia artificial que no solo hable con nosotros, sino que también sea un genio de todo el conocimiento humano, especialmente en el entorno educativo. Imaginar un sistema que puede categorizar y relacionar información de modo tan exhaustivo como el Archivo de Hogwarts, y luego, contárnoslo todo al más puro estilo profesor Binns, pero sin quedarnos dormidos.
Os hemos intrigado, ¿verdad? Pues no esperéis más y uníos a JeiJoLand, donde aprender se convierte en un auténtico juego.