JlA 5×66 El Viaje del Color: Del Tinte Rojo de la Cochinilla al Ultramarino del Lapislázuli

Durante el siglo XVI, Hernán Cortés no solo se dedicó a conquistar tierras, sino también a descubrir los vibrantes secretos que escondía el Nuevo Mundo. Uno de estos secretos eran los textiles rojos, teñidos con tinte de cochinilla, pequeños insectos que daban lugar a un color tan vibrante que dejó boquiabiertos a nuestros antepasados europeos. La calidad del color pronto convirtió a este tinte en una mercancía cotizada y parte de un comercio global floreciente.

Este intercambio entre culturas y recursos no era nuevo. Ya en la Ruta de la Seda, desde el siglo II hasta el IX, el mundo presenció el ir y venir de bienes e ideas, como una pasarela culturalmente rica y abigarrada. ¿Cómo es que un relato de Esopo acaba adornando un mural en Tayikistán? Simple, a través del mágico viaje cultural de las historias.

El arte de Gandhara nos ofrece otro ejemplo de como los estilos y motivos se fusionaron a través del tiempo. La influencia griega en el arte indio se reflejó en representaciones del Buda, montando una alegre fiesta de sincretismo cultural que perduraría a lo largo del tiempo.

Y luego están las Cruzadas. Aparte de las espadas y las armaduras, también trajeron nuevos materiales y técnicas artísticas entre Medio Oriente y Europa. Uno de los tesoros más codiciados era el lapislázuli, un mineral exótico con nombre espía que producía el azul ultramarino. Este pigmento no tenía precio en la pintura renacentista. Ni más ni menos que Giotto lo eligió para su obra en la Capilla Arena de Padua. Hacer una declaración de estatus y piedad nunca se vio tan azul.

Para los artistas, cuando el ultramarino empezó a ser tan escaso como las entradas para una final de fútbol, tuvieron que ponerse creativos. Ahí fue cuando la cochinilla se hizo popular en Europa para llenar este vacío. Incluso cuando el siglo XIX nos trajo tintes sintéticos, algunos artistas y artesanos, particularmente en México, se aferraan a la cochinilla como un ingrediente preciado para sus creaciones.

En cada época y región, el arte ha sido un espejo dinámico de conexiones culturales, pintando un cuadro de intercambio global que sigue siendo relevante hoy.

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