Tal vez os hayáis topado con esta escena: Charláis animadamente sobre algo y, de repente, como si fuese magia negra, vuestro móvil os muestra anuncios relacionados. ¿Pura casualidad o una conspiración para espiarnos? ¡Tranquilos, que aquí desenmascaramos el misterio!
Para empezar, aunque muchos creen que sus móviles les escuchan, no hay que preocuparse tanto. Varios estudios lo han intentado y, sorpresa, no han conseguido pruebas sólidas de que nuestros móviles estén constantemente espiando nuestras charlas como si fuera el más cotilla del barrio.
Eso sí, ¡los datos no los colecciona el viento! Estas empresas tecnológicas no necesitan ser El Gran Hermano para saber prácticamente todo de nosotros. ¿Cómo lo hacen? Muy simple: con una joya de información que cedemos alegremente, como nuestro historial de navegación, los clics del ratón, los likes que damos en redes o el tiempo que nos quedamos pegados a una app. Todo eso y mucho más, gracias a entidades que recopilan datos de aquí y de allá: los famosos data brokers. No os olvidéis del análisis de nuestros patrones de compra y comportamiento.
Toda esa información y, de repente, las empresas tienen un perfil nuestro tan nítido como si fuesen el retratista oficial de la corte. Casi parece que tienen una bola de cristal, pero no, simplemente son maestros en la recopilación y el análisis.
No necesita escucharos para sacaros hasta el calzón de tres colores que lleváis puesto. El juego de la publicidad online es otra artimaña astuta; está basada en subastas en tiempo real, dirigida a estos perfiles encantadores que han creado de vosotros.
Aquí entra la letra pequeña que está en las políticas de privacidad. Son tan extensas y enredadas que nadie las lee o las entiende del todo (pero ahí están, firmadas y selladas por nosotros como si nada).
¿Y qué pasa con nuevas tecnologías tipo los asistentes virtuales con IA? Estos, al interactuar directamente con vosotros, podrían acabar recopilando información aún más precisa, como un Sherlock Holmes digital en busca de pistas.
En resumen: los móviles no están exactamente escuchando vuestras conversaciones como pensáis, pero eso no significa que no estén juntando detalles sobre quiénes sois de maneras mucho más modernas e ingeniosas. Más bien, son profesionales del espionaje reconvertidos al modo digital, observándoos sin abrir siquiera la puerta a la sala de estar.
Ah, pero antes de que os pongáis conspiranoicos de pleno derecho, os invito a descubrir cómo aprender y al mismo tiempo divertirse en JeiJoLand. Pasaos y sumergíos en un mundo donde el conocimiento no solo es útil, sino que además saca una sonrisa… ¡y eso no tiene precio!