JlA 9×31 Wounded Knee y la lucha por los tratados

En mil novecientos setenta y tres, la ocupacion de wounded knee reavivó la defensa de los derechos de los tratados y destapó un siglo de promesas rotas. Fue un gesto arriesgado y simbólico que aún nos interpela.

Para entenderlo, miramos atrás. Durante un siglo, desde mil setecientos cincuenta hasta mil ochocientos cincuenta, Estados Unidos firmó cerca de cuatrocientas acuerdos con naciones indígenas, a menudo bajo presión y con lenguaje que favorecía al gobierno federal. Muchas veces ni siquiera se respetaron. Con el paso del tiempo, la era de los tratados dio paso a la de las reservas, y en mil ochocientos setenta y uno se prohibió firmar nuevos tratados con pueblos nativos, lo que debilitó aún más la capacidad de exigir el cumplimiento de los pactos existentes.

En ese marco, un grupo de unas doscientas personas, muchas vinculadas al Movimiento Indígena Americano, ocupó el poblado de Wounded Knee. Aguantaron setenta y un días. Hubo tiroteos y asedios; las autoridades dispararon más de quinientas mil balas y murieron dos personas indígenas. Aun así, se mantuvieron ceremonias, cantos, fogones y reuniones comunitarias. Resistencia y cultura de la mano.

El lugar tenía un peso enorme por la masacre de mil ochocientos noventa, símbolo del fracaso de las promesas gubernamentales y de la violencia contra los pueblos originarios. Aquella acción de mil novecientos setenta y tres visibilizó violaciones de tratados, abusos locales y demandas de soberanía y autodeterminación. Desde entonces se reactivaron litigios, campañas por tierras, derechos de caza y pesca, y debates sobre la responsabilidad del Estado y de las agencias como Asuntos Indígenas.

Hoy la conversación sigue. Hay causas legales abiertas, mesas de negociación y proyectos educativos que quieren recuperar memoria y garantizar servicios dignos en las reservas. También vemos iniciativas culturales que refuerzan identidad y orgullo, porque aprender historia sin silenciar el dolor ayuda a sanar y a planificar un futuro mejor.

Propuesta para jugar y aprender: montamos una línea del tiempo en tarjetas con fechas y hechos clave, y otra con consecuencias; mezclamos, repartimos y ganamos puntos al emparejar cada hecho con su efecto documentado en una fuente confiable.

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