JlA 8×96 Svadhyaya y autoconocimiento para amarnos mejor

Conocernos a fondo es el primer paso para tratarnos bien y querernos mejor. En yoga lo hacemos con svadhyaya autoconocimiento, un niyama que nos invita a mirarnos sin filtros.

Cuando nos entendemos de verdad, la autoestima deja de ser una máscara. Las afirmaciones positivas pueden animar un rato, pero sin indagación se quedan en ruido. Preferimos mirar con curiosidad nuestras luces y nuestras sombras para cuidarnos con honestidad.

La práctica nos entrena. En la esterilla observamos respiración, postura y diálogo interno, y fuera de ella prestamos atención a cómo reaccionamos en el trabajo, en casa o en la calle. Cada conversación, cada atasco y cada alegría nos enseñan algo si paramos y lo notamos.

Ponemos foco en los límites personales. Detectarlos nos protege y también nos abre. Decimos no cuando toca, pedimos ayuda sin culpa, reservamos descanso y marcamos horarios razonables. Si algo nos desborda, lo nombramos y ajustamos. Esa claridad mejora el autocuidado y el amor propio.

La escritura es nuestra aliada. Un cuaderno, un bolígrafo y diez minutos al día bastan para ver patrones, valores y deseos. Podemos guiarnos con preguntas simples: qué necesito hoy, qué me ha dolido, qué me nutre, qué propósito quiero sostener. Si preferimos compañía, ofrecemos un curso de journaling para acompañar este viaje con estructura amable.

Cuanto más nos conocemos, mejor nos relacionamos. Dejamos de reaccionar en automático, comunicamos con calma y elegimos desde nuestros valores. No buscamos arreglarnos, buscamos comprendernos para elegir distinto.

Juego propuesto: durante siete días, elegimos al azar una tarjeta con una pregunta de autoestudio, escribimos tres líneas y actuamos un microhábito coherente ese día, como pedir una pausa o decir no sin dramas.

Si queremos seguir explorando con práctica y buen humor, visitemos JeiJoLand.