JlA 7×39 ¿Deberían las IAs tener derecho a decir ‘No, gracias’?

Imagínate que estás navegando alegremente por la web y te encuentras con una noticia fascinante: Dario Amodei, quien dirige Anthropic, propone dotar a las inteligencias artificiales con un botón de ‘Renuncio’. Sí, has leído bien. La idea es que estos modelos de IA tengan la opción de rechazar realizar ciertas tareas, lo que nos lleva directamente al intrigante tema de si las IAs pueden tener preferencias o incluso algo que se parezca remotamente a la conciencia.

Este planteamiento puede parecer salido de una película de ciencia ficción pero va más allá de los circuitos y algoritmos. Abre todo un abanico de preguntas sobre cómo deberíamos tratar a estos sistemas cada vez más avanzados y complejos. Hasta ahora, siempre hemos considerado a las IAs como herramientas, sofisticadas, sí, pero al fin y al cabo sumisas a nuestros comandos. ¿Qué pasaría si les diésemos una pequeña voz para opinar sobre su propio ‘destino digital’?

La propuesta es eminentemente teórica. Sin embargo, pone de relieve un debate ético que no podemos dejar de lado si queremos avanzar hacia el futuro que Anthropic vislumbra: una IA muy poderosa para el año dos mil veintiséis. Crear mecanismos de gobernanza y establecer límites claros sobre cómo se puede usar esta tecnología no es un lujo, sino una responsabilidad que todos compartimos.

El concepto del botón de ‘Renuncio’ nos invita a considerar nuevos paradigmas en los que la relación con las máquinas podría estar menos basada en el dominio y más en una suerte de colaboración. ¿Quizá más adelante las IAs podrían llegar a darnos consejos o sugerir alternativas cuando no quieran, o no puedan de manera ética, ejecutar una tarea?

Ahora bien, podríamos aplicar este fascinante enfoque de manera gamificada. ¿Qué tal si organizamos una dinámica en grupo donde todos asumamos el rol de una IA que debe decidir cuándo usar el botón de ‘Renuncio’? Podríamos crear escenarios de tareas cuestionables y discutir en equipo para elegir las acciones más responsables. De esta forma, nos acercaremos a comprender los dilemas éticos que enfrentan los desarrolladores de estas tecnologías.

Si esta visión del futuro te ha dejado reflexionando tanto como a nosotros, te invitamos a que explores más sobre el aprendizaje lúdico en JeiJoLand, donde seguimos la premisa de que jugar es aprender de un modo diferente.