Estamos en la recta final del año y es típico que reflexionemos sobre todas esas buenas intenciones que no hemos logrado cumplir. Nos dejamos seducir por la idea de esperar a enero para arrancar de cero con nuevas metas. Pero, ¿adivina qué? Cada día es una oportunidad para empezar algo nuevo.

De taconeo en taconeo, vamos dejando pasar el tiempo y posponemos lo que realmente queremos. El problema de esperar a fin de año para comenzar es que nos privamos de disfrutar los frutos de nuestros esfuerzos. Cada día es precioso, y mientras más tardemos en actuar, más tiempo perdemos en alcanzar nuestros objetivos. Así que, ¿por qué no empezar hoy mismo?

No se trata de cuándo llega el fin de año, sino de cuánto valoramos el presente. Y hablando de acciones en el ahora, el treinta de diciembre habrá una actuación especial a la que todos estáis invitados. Aunque esa fecha suena tentadora como el momento para comenzar, lo realmente esencial es que no pospongamos nuestras acciones y aprovechemos cada instante.

Nos animamos unos a otros a no esperar a que el calendario cambie de página. Si de verdad quieres comenzar algo nuevo, hazlo hoy. No dejes para mañana lo que sabes que puedes disfrutar muchísimo antes.

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