¿Habéis dejado algún videojuego a medias a pesar de haberlo disfrutado muchísimo en su momento? Tranquilos, ¡no estáis solos en esta! Resulta que los videojuegos tienen ese equilibrio perfecto entre desafío cognitivo y recompensa que nos hace desear más. Sin embargo, a veces ponemos esos juegos en pausa y luego cuesta volver a ellos. La teoría de la autodeterminación nos dice que los juegos tocan ciertas necesidades psicológicas: competencia, autonomía y conexión. Pero, cuando dejamos de jugar, puede aparecer el temido miedo a perder competencia.
En el mundo del gaming, interrumpir el hábito de jugar es más común de lo que imaginamos. Pero, ¿cómo podemos retomarlo? Aquí van unas estrategias que os van a hacer aplaudir con las orejas. Primero, apuntad: llevad un diario de juego. No os riais, va en serio. Un diario os ayudará a recordar el progreso y los objetivos. Segundo, exposición positiva al juego. Vale, no es tan raro, se trata de ver videos, reseñas y demás para renovar la motivación. Y, por último, aplicad la famosa «regla de los dos minutos»: prometed jugar solo dos minutos para romper esa barrera inicial. Que no os engañe su sencillez, funciona.
Combinar estas técnicas puede ser tan efectivo que en nada estaréis en plena acción, como si nunca hubieseis dejado el juego. Yo probé estas estrategias en mi propia piel y, aunque lo mío es un caso de estudio irregular, os aseguro que valieron la pena. Así que, os animo, valorad vuestro valioso tiempo de juego e intentad aplicar estos trucos para mejorar vuestros hábitos. Y, quién sabe, quizás hasta os sirvan para otras áreas de la vida donde os faltan ganas.
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